¿Por qué nos gobierna el 15%?

Hay muchas veces que resulta difícil explicar algunas situaciones a la ciudadanía. Viene esto a cuento porque hace unos días, con motivo del cambio de alcalde en Bormujos, en virtud al pacto de gobierno entre los partidos PP y PDBALJ, una vecina me preguntaba lo siguiente: ¿cómo es posible que una señora y su partido que sólo ha tenido el respaldo del 15% de los votos emitidos en las elecciones municipales gobierne al otro 85% que no la ha votado?

Ante esa reflexión en voz alta (la señora ya sabía la respuesta) sólo es posible apelar a la responsabilidad que la clase politica tiene que tener y que le demanda la ciudadanía.  

Los pactos políticos entre dos partidos, de ideologías similares, pueden ser una herramienta válida cuando ningún partido obtiene la mayoría absoluta. Para ello tienen que tener un programa común cuya finalidad sea la mejora de la calidad de vida de las personas. Un ejemplo claro, lo tenemos muy cerca de aquí, en Sevilla capital. En estos años se ha visto una gran transformación de la ciudad que está haciendo de Sevilla, la ciudad de las personas.

Por el contrario, y lamentablemente en Bormujos, este pacto de gobierno del PP y el PDBALJ (la lista más votada fue el PSOE) hace agua por todos lados y ha sido en estos 3 últimos años una continua pelea por acaparar más poder, con guerras internas entre los 2 partidos, con concejales que no se dirigen la palabra y que se tiran los trastos unos a otros a la más mínima ocasión, como viene ocurriendo en los últimos plenos. Pero ningunos de ellos quiere abandonar el poder y  los principales perjudicados son los ciudadanos.

Afortunadamente no hay mal que 100 años dure y ya con la primavera se huelen tiempos de cambio. Sólo hace falta trabajo y un poco de paciencia porque el tiempo pone a todo el mundo en su sitio.

La primera en la frente

El pasado 25 de marzo se produjo el primer pleno como alcaldesa de la portavoz del PP Ana Hermoso. Aparte de dar un espectáculo lamentable en la forma de llevar una sesión plenaria, donde su socio de gobierno aprovecha cada intervención para dejarla en ridículo, la alcaldesa llevó un punto para que Bormujos abandonara el área de prestación conjunta del taxi en el Aljarafe. Los motivos esgrimidos por ella eran el descontento de los taxista de Bormujos, cuatro licencias, que consideran que esta formula de servicios compartido con otras licencias les perjudica. Increíblemente, la primera decisión de la alcaldesa en su nuevo cargo era recortar un servicio al ciudadano.

Puede ser que la formula ahora empleada no sea la mejor, que puede ser mejorada, pero para la ciudadanía de Bormujos, la opción de poder disponer de un taxi en las paradas o llamando a una centralita que funciona 24 horas y que envía 1 taxi en menos de 5 minutos, es mejor que la antigua, que era llamar a los móviles de cualquiera de los 4  taxistas bormujeros.

Para el PSOE la cosa está clara. O continuamos dentro de la Mancomunidad, en su área de prestación conjunta del taxi, o la alcaldesa aumenta las licencias del taxi en Bormujos  en un número de entre 15 a 20, que sean capaces de prestar un servicio digno a los casi 20.000 habitantes que viven en Bormujos.

Si esto no es así, el Partido Popular ha empezado su mandato recortando los servicios de los ciudadanos de Bormujos. 

LA PRIMERA EN LA FRENTE. 

Una puerta abierta a la verdad

El levantamiento del secreto del sumario del Caso Gürtel, donde aparecen algunos comentarios sobre la moción de censura de enero de 2005 en el nuestro ayuntamiento, me ha hecho recordar aquellos días que pasamos mis compañeros y yo cuando conocimos la noticia en plena víspera de la nochebuena de 2004.

Como se recoge en ese sumario, aparece un presunto soborno de 800.000 euros al tránsfuga José Sánchez, otrora azote del “alcalde señorito” Gaviño, por parte de una trama con oscuros intereses, económicos y urbanísticos, en Bormujos. 
El 5 de enero era el día de la moción, y hasta para eso fueron canallas los firmantes de la conjura. Durante esos días la ciudadanía bormujera estaba inquieta, ya que veía como un indeseable, hurtaba los designios de la democracia.

A pesar de las denuncias interpuestas, el juez archivó provisionalmente el caso por falta de pruebas, aunque seguro que en su subconsciente sabía la realidad de los hechos.

Pues bien, parece que pasados unos años, los vecinos y vecinas de Bormujos podemos enterarnos de lo que ocurrió aquellas navidades de 2004. Mientras tanto, nos estaría de más que la alcaldesa Hermoso, firmante de la moción, y su jefe Arenas empezaran a dar explicaciones, que es lo que “el campeón” siempre exige a los demás.